La historia de Dani Alves



Todos conocemos a Dani Alves, sabemos lo que ha conseguido durante su carrera profesional tanto con la selección de su país como con los clubes en los que ha militado siendo profesional, pero detrás de todo el éxito alcanzado por este lateral brasileño, se esconde una impresionante historia que quizás no muchas personas conocen todavía.
Desde muy pequeño, Dani Alves aprendió lo que es la disciplina y el esfuerzo, antes de siquiera dedicarse a la práctica del fútbol pues su padre, Domingo Alves requirió la ayuda de todos sus hijos para sostener a la familia. Por esta razón, Dani tuvo que dedicarse a trabajar todos los días (Sin feriados ni domingos libres) desde las cuatro de la mañana a sembrar melones y cebollas para colaborar con el sustento en su casa.
La situación económica de su familia era tan delicada que Dani decidió 'ingeniárselas' cazando palomas silvestres para llevar algo de carne al hogar, pues las constantes sequías en Brasil amenazaban el flujo de dinero que obtenían sembrando frutas y vegetales. Pero su esfuerzo, tuvo recompensa cuando a los quince años, el entrenador de su equipo José Carlos Quiroz fue llamado a dirigir al Bahía y decidió llevarse a Dani Alves para reforzar el equipo, creyendo en su crecimiento como futbolista y que en años futuros podría dar de que hablar en el balompié brasileño.
Cuestión que finalmente terminaría ocurriendo, pues debutó con el equipo en el año 2001 cuando solo tenía 18 años de edad... sus actuaciones no pasaron desapercibidas por el Sevilla FC quien finalmente se haría con sus servicios por 850 mil euros en 2004 (Antes estaba cedido) donde explotó como futbolista, siendo fichado en 2008 por el FC Barcelona donde ganó muchísimos trofeos. Allí duraría ocho temporadas, pues en 2016 llegaría gratis a la Juventus y allí duraría solo una campaña, pues decidió enrolarse en las filas del PSG donde pese a tener 34 años de edad, sigue dando de qué hablar por su gran rendimiento.


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